Gamificación para la motivación de equipos

10 de junio, 2019

Son muchas las técnicas que se pueden utilizar para fomentar la motivación entre los equipos de una compañía: actividades de team building dentro y fuera de la oficina, programas de incentivos y motivación, eventos internos, descuentos en productos de la compañía o de terceras marcas, aplicación de técnicas organizativas de transversalidad u horizontalidad… Es decir, para los departamentos de gestión de personal o RRHH, el límite está en la imaginación, en las capacidades de comunicación interna de las compañías o, en muchas ocasiones, en el presupuesto dedicado a este tipo de actividades.

En el caso concreto de los programas de incentivos para empleados, así como aquellos enfocados a la motivación del canal distribuidor, la tecnología juega un gran papel. La mayoría de estos programas se basan en plataformas web o piezas de software propio de la compañía, en las que el empleado irá registrando sus progresos de cara a ir cumpliendo los diferentes objetivos establecidos en las normas del programa.

Una de las maneras más económicas, rápidas y ágiles a la hora de generar un programa de motivación para empleados puede ser el juego. La gamificación —también llamada ludificación— es una técnica que traslada las mecánicas de los juegos —clásicos, videojuegos o juegos de rol— a diferentes ámbitos como pueden ser el del marketing (advergaming), el formativo o el profesional. De esta manera, a través de plataformas online de creación de juegos como Kimple, la solución de juegos de marketing de Mediapost, es posible generar una serie de dinámicas que sirvan para aumentar la motivación de los equipos internos de una compañía.

Hoy en día son muchas las empresas que aplican metodologías y tácticas de juego a muy diversas situaciones: promociones en el punto de venta, acciones especiales para clientes, etc. Desde el punto de vista interno, por ejemplo, los programas de formación en los que los nuevos empleados conocen las características y prestaciones de los productos y servicios de la compañía son muy fáciles de gamificar, estableciendo un proceso de retos y recompensas que genere satisfacción en el empleado. En función del resultado obtenido (puntos, victorias, etc.), pueden concederse recompensas en especie al trabajador: productos, descuentos, regalos corporativos o incluso incentivos económicos.

Contar con equipos motivados es sin duda una de las claves para mantener la productividad y los buenos resultados económicos y de imagen de la compañía. Un programa de incentivos dirigido a empleados será siempre un acierto desde el punto de vista estratégico.

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